1.- Una gestión institucional moderna, sustentable, descentralizada, ágil, con mirada de futuro y perspectiva de género
Nuestro compromiso es seguir impulsando una gestión institucional efectiva, responsable, basada en principios de calidad, transparencia y equidad, que sitúe en el centro de su quehacer a las personas y esté al servicio integral de la academia. Debemos resituar la docencia en sus distintas modalidades y niveles formativos, la investigación e innovación en sus diversas expresiones y el vínculo con el medio local, regional, nacional e internacional como los protagonistas de nuestra razón de ser.
Lineamientos y acciones:
Una gestión institucional ágil, flexible y moderna: Somos conscientes que la excesiva burocracia ralentiza la gestión de nuestros procesos y nos obstruye el camino para avanzar hacia una gestión institucional robusta, moderna y fluida, que se adapte ágilmente a los cambios y esté al permanente servicio de la academia. Hacer frente a este desafío implica reconocer el cambio cultural que supone, es por ello que, nuestro compromiso es avanzar con celeridad y sentido de urgencia en la completa implementación del Plan de Excelencia Institucional que hemos puesto en marcha y cuyo primer producto fue la revisión de los procesos administrativos y jurídicos definidos como críticos, lo que conllevará la reducción de etapas que no aportan valor a dichos procesos, lo que se reflejará en los sistemas informáticos corporativos.
Continuaremos con la optimización y modernización de nuestros sistemas, procesos y procedimientos, perfeccionando los canales de comunicación, robusteciendo y profesionalizando los equipos de trabajo y descentralizando la gestión en las unidades Facultades, Sede Victoria, Centros Docentes y de Vinculación, Institutos y Centros de Investigación, para instituir una dinámica eficiente que deje definitivamente atrás la lentitud burocrática. Conjuntamente a ello, transitaremos desde la actual anualidad de la evaluación de los servicios, hacia una medición inmediata, donde la comunidad interna y externa pueda valorar de forma instantánea la calidad de los servicios y centralizadamente sea posible monitorear y de ser necesario, accionar remediales.
Una universidad descentralizada: Descentralizar la gestión y dotar de mayor capacidad de toma de decisiones es uno de los anhelos más sentidos por nuestras unidades académicas. Reconocemos que la disminución de la actual concentración de funciones y tomas de decisiones desde el nivel central constituye un aspecto esencial para avanzar hacia una gestión efectiva, moderna y con sólidas unidades académicas.
Confiando en la sabiduría y experiencia colectiva de nuestra comunidad, el presente año dimos comienzo junto al Consejo de Decanas y Decanos un trabajo para actualizar el Reglamento General de Facultades y concertar criterios comunes para la distribución de recursos dispuestos desde la Rectoría. Daremos prontitud a este proceso e incorporaremos a la Sede Victoria, los Centros Docentes y de Vinculación, Institutos y Centros de Investigación.
Nuestro compromiso es realizar una progresiva descentralización desde el nivel central, que en reconocimiento de la diversidad de realidades, trayectorias y características propias de nuestras unidades académicas, les dote de mayores niveles de autonomía y capacidad para la toma de decisiones, asignándoles recursos en base a compromisos colectivos, para concretar sus planes de desarrollo y programas operativos en cuestiones extra a la operación, tomando como principio que ella debe sostenerse desde la administración central. Adicionalmente, vamos a convenir nuevos esquemas que les retribuya a través de un overhead el esfuerzo que supone la adjudicación y el desarrollo de proyectos y programas docentes.
Una universidad inclusiva, diversa y con enfoque de género: Reconocemos que en los espacios universitarios se replica el orden de género desigual presente en la sociedad, de ahí que, declaramos y renovamos nuestro compromiso de avanzar por medio de nuestra Política Integral de Igualdad de Género hacia una igualdad sustantiva y la transversalización de su enfoque en todo el quehacer universitario.
El enfoque de género nos convoca a seguir construyendo una universidad más pluralista, moderna y que garantice espacios libres de violencia, miedo y todo tipo de discriminación, es por ello que, continuaremos planificando y llevando a cabo las acciones y estrategias necesarias para promover un cambio cultural mediante los ejes que sustentan nuestra política y sus dimensiones, en lo estratégico, táctico y operativo.
Del mismo modo, impulsaremos la incorporación de la perspectiva de género en todas las funciones académicas e instrumentos de gestión estratégica, normativas y de análisis institucional, al tiempo que continuaremos garantizando una participación y representación en espacios y cargos de toma de decisión con absoluto respeto a la orientación sexual, identidad y expresión de género.
Un proyecto sustentable y con mirada de futuro: Sabemos por experiencia propia que la sustentabilidad de nuestro proyecto universitario es consustancial al desempeño financiero. La inestabilidad y los momentos de crisis que hemos experimentado en distintos momentos de nuestra historia deben ser observados y medidos desde una perspectiva amplia, donde convergen factores exógenos e internos que han incidido y tensionado nuestra actuación y desarrollo, como es la política pública de financiamiento universitario caracterizada por una fuerte componente de inequidad, y las propias prácticas de gestión.
El delicado escenario financiero que atravesaba la universidad implicó adoptar difíciles y dolorosas medidas, donde fundamentalmente ha sido la resiliencia, el compromiso y sacrificio de la comunidad toda el que nos ha permitido revertir esta condición, contar con un presente de equilibrio y avizorar un futuro de crecimiento y bienestar.
Hoy el escenario es manifiestamente distinto, nuestro proyecto universitario está equilibrado y en consecuencia, con sentido de responsabilidad sostenemos que vamos a transitar hacia un nuevo estado de desarrollo. Profundizaremos la mejora financiera a través de la diversificación de ingresos, donde de la mano de la descentralización de nuestras unidades académicas impulsaremos un robusto plan de incentivos y de apoyo para la creación de programas formativos a nivel de cursos, postítulos, diplomados y magísteres.
Conjuntamente, robusteceremos nuestras plataformas de soporte y acompañamiento para promover la postulación a proyectos, la prestación de servicios y asesorías de nuestras académicas y académicos. Fomentaremos la gestión de donaciones y dotaremos de las capacidades para impulsar la transferencia de tecnologías e innovaciones, así como la comercialización de productos generados por nuestra comunidad académica.
De forma analizada y responsable diversificaremos nuestra oferta de pregrado con carreras pertinentes, atractivas y actualizadas en nuestros distintos tipos de formación y evaluando nuevas modalidades de aprendizaje, al tiempo que robusteceremos nuestros mecanismos y promoveremos nuevos incentivos para favorecer la retención estudiantil.
Este nuevo escenario de crecimiento va emparejado de iniciativas concretas de mejoramiento de nuestros espacios y condiciones de operación, donde se priorizará la modernización y renovación de mobiliario, infraestructura y equipamiento en atención de nuestras distintas modalidades docentes, disciplinas, tipos de estudiantes y jornadas, en Arica, Iquique, Antofagasta, Santiago y Victoria, por medio de fondos FNDR y propios. En paralelo, daremos sentido de urgencia a los estudios de factibilidad para ampliar nuestro campo de acción preferente en la región de Tarapacá para posicionarnos con dos nuevos campus en la Ciudad de Alto Hospicio y en la Provincia del Tamarugal, así como también una nueva infraestructura en la Sede Victoria.