Estimada Comunidad, con respeto y compromiso comparto con ustedes mis motivaciones para presentarme a un nuevo período electoral de nuestra Universidad Arturo Prat.

Soy iquiqueño, hijo de mujer pampina y padre morrino, aquí estudié la enseñanza básica y media y el pregrado en la carrera ingeniería civil industrial en la Universidad Arturo Prat, institución con la que me identifico, a la que quiero mucho y de la cual siempre me he sentido ligado, y de la cual estoy profundamente orgulloso y agradecido de las diversas oportunidades que me ha dado en mi desarrollo personal y profesional.

Fui dirigente estudiantil en la Unap, posteriormente ejercí mi profesión en el mundo productivo y de servicios, compatibilizando ese rol, con el de académico hora en esta querida institución. Posteriormente en 2002, postulé a un concurso público, que gané, para ser académico jornada completa, de la carrera de ingeniería civil industrial. Desde el 2004 en adelante, he cumplido diversos roles y responsabilidad en nuestra institución, como Director de Administración y Desarrollo, Director de Departamento, Decano y posteriormente rector de la Universidad Arturo Prat, instancias que me han permitido desarrollarme en lo personal y profesional y tener un amplio conocimiento de nuestra institución en diversos aspectos.

Durante estos últimos cuatro años nuestra comunidad universitaria Unap ha concretado grandes avances y logros trascendentales en distintas áreas de desarrollo que nos llenan de orgullo, especialmente en tiempos en que enfrentamos enormes brechas y desafíos como sociedad, y donde nuestra comunidad universitaria ha entregado sus mayores capacidades para hacer posible esta realidad, es por ello que reconocemos cada esfuerzo realizado. En docencia, y a pesar de la pandemia por coronavirus sufrimos como sociedad, sumado a la incertidumbre que ello provocaba, nuestras académicas y académicos no se detuvieron y continuaron brindando a nuestras y nuestros estudiantes los contenidos que requerían para mantener su ciclo de aprendizaje, utilizando para ello, no sólo su experiencia, sino también su creatividad e innovación en las formas de entregar su docencia, aplicando  de manera comprometida  el uso de las plataformas tecnológicas desarrolladas por profesionales de nuestra universidad, desde un trabajo que nuevamente dejó en evidencia sus grandes capacidades y un altísimo nivel de compromiso   para avanzar en los procesos de autoevaluación para el logro de certificaciones y acreditaciones de carreras de pre y postgrado. Así también, en la productividad científica en el aumento de las publicaciones y adjudicación de importantes fondos nacionales e internacionales de investigación; en la fuerte presencia que nuestra universidad ha desplegado en cada territorio a través de la vinculación con el medio y en la autorregulación financiera con responsabilidad. Todos estos logros han sido públicamente reconocidos por el sistema de educación superior chileno, respaldado con la acreditación por cinco años, un logro que corresponde a toda la comunidad universitaria.  Pero todavía queda un camino que seguir construyendo, es por ello que no debemos ser conformistas y consolidar lo avanzado, para poder avanzar hacia el camino de la excelencia.

Me motiva que nuestra institución sea reconocida y valorada como se merece. Que las comunidades en nuestros territorios se sientan orgullosas de tener una universidad de calidad y de prestigio nacional e internacional, formadora de profesionales de excelencia. Ese es mi gran sueño. Pero ese sueño debemos construirlo entre todas y todos, con el desarrollo de un proyecto educativo responsable, dialogante, riguroso y colectivo. Es por eso que estamos empeñadas y empeñados en aportar en el desafío de mejorar la casa, lo que tenemos. Con eso me refiero a avanzar desde una mirada conjunta y constructiva, como lo ha sido desde el primer día de nuestra gestión; como decano y como rector en los temas burocráticos y administrativos que a veces entrampan nuestro quehacer diario. Prueba de ello, es que el propio proceso de reestructuración, lo hicimos lo más participativo posible. Donde incluso algunas personas no quisieron participar, decisión que respetamos sin cuestionamientos o medidas arbitrarias. Fue un período de decisiones muy difíciles para todas y todos quienes formamos parte de esta comunidad universitaria, y hoy quiero decirles que como institución estamos muy conscientes, y profundamente agradecidos, de cada esfuerzo que han realizado para colaborar en las distintas medidas con sentido de urgencia.

La construcción de la universidad de excelencia que anhelamos debe llevarse a cabo de manera colectiva, transparente y en conjunto para poder desarrollar nuestra labor de la mejor manera. Nuestros funcionarios académicos, académicas, administrativos y administrativas históricamente y desde que se creó esta universidad, han sido postergados en sus anhelos de mejora de su situación financiera y económica.

De tal manera, el siguiente paso es trabajar fuertemente para solventar el crecimiento de nuestra universidad, para poder concretar verdaderamente (no con promesas sino con acciones), el bienestar de funcionarios, funcionarias y por ende el de sus familias, así como el de toda la comunidad universitaria. Esta medida se deberá traducir en un crecimiento laboral con remuneraciones dignas, estabilidad laboral; hemos demostrado con hechos concretos que tenemos las capacidades para lograr los desafíos que nos proponemos.

El repensar una nueva casa, una nueva infraestructura para nuestra universidad es otro anhelo que tenemos. Es así como, superada esta etapa inicial de equilibrio de flujos financieros de la institución, junto con entregar señales efectivas al medio de que tenemos la capacidad de autorregulación interna, es que estamos gestionando contar con nuevos terrenos y recursos para materializar nuevas dependencias. Y por supuesto, una nueva infraestructura nos va a permitir aumentar y mejorar el bienestar de toda nuestra comunidad universitaria, contar con mejores espacios y equipamientos, y avanzar en generar una nueva oferta de pregrado, postgrados, diplomados y perfeccionamiento en general.

También tenemos el compromiso de crecer e instalar capacidad frente a la inexistencia de educación superior en Alto Hospicio, el Tamarugal y el borde costero de la región de Tarapacá donde está nuestra casa central y territorio en el que estamos llamados a ser la universidad más consolidada de la zona. Así como también en Arica, Antofagasta, Santiago y Victoria, tenemos que crecer con la calidad y solidez que sus territorios demandan.

En particular en Victoria, tenemos el desafío de convertirnos en la universidad referente de Malleco, fortaleciendo el desarrollo de la docencia, la vinculación con el medio, la investigación y el postgrado, de la mano de quienes están llevando a cabo las distintas iniciativas. Así como también, un nuevo proyecto de infraestructura, una vez sea resuelto el problema del plan regulador de dicho territorio. A los CDVs de Arica, Antofagasta y Santiago, debemos entregarles las herramientas necesarias para que puedan fortalecer su posicionamiento y aporte al territorio, diversificar su oferta académica, por ser un elemento clave de la sostenibilidad y proyección de nuestra institución. Y cuando hablamos de anhelos de mejora de situación financiera y económica, por supuesto que también nos referimos a nuestros CDVs y Sede.

Contando con estabilidad financiera, resguardo laboral y una infraestructura y equipamiento adecuado, podemos entregar una oferta académica de calidad y proyectar la universidad de excelencia. Podemos diversificar nuestra oferta académica de pre y posgrado, mejorar nuestra productividad científica, así como también fortalecer nuestra presencia en el entorno en distintos ámbitos, potenciando nuestra vinculación con el medio. Todos estos elementos, nos van a permitir construir una universidad prestigiosa, que se instale en el corazón de la gente de nuestros territorios y construir una comunidad donde sus estudiantes se sientan felices, acogidos y acompañados).

En definitiva, somos una amplia mayoría la que queremos de corazón a la UNAP. Queremos su bienestar, el de toda su comunidad y el de cada familia que existe detrás de los funcionarios y funcionarias que forman parte de nuestra casa de estudios.

Estas son mis motivaciones para postularme, estas son mis metas para este nuevo periodo rectoral. Mi gestión la conocen, así como mi profundo conocimiento del sistema universitario nacional, el que me ha permitido posicionar a la Unap en el sitial de las demás universidades estatales.

Los y las invito a compartir este ¡anhelo Unapino!

Alberto Martínez Quezada

Porque #contigoavanzamosmás.